Su irrupción fue de tal magnitud, que pocos dudaban en1993 que la jovensísima Mónica Seles estaba llamada a convertirse en la mejor tenista de la historia.
Pero la tarde del 30 de abril de ese año le arruinó la carrera y nunca se pudo saber si esa predicción habría sido una realidad.
Fue el momento en el que un hombre, descrito como bajo y fornido, medio calvo, se inclinó sobre la barrera de seguridad y de manera rápida apuñaló por la espalda a la entonces número uno del mundo durante un partido en Hamburgo.
El grito de Seles interrumpió el rumor de las 6.000 personas que habían asistido a su encuentro de cuartos de final frente a la búlgara Magdalena Maleeva, que iba ganando en el segundo set 6-4 , 4-3.
Seles tenía sólo 19 años. No sufrió heridas graves, pero su vida ya nunca volvió a ser igual.
Fuente: BBC